01 mayo 2013

Prefiero Morir de Pie...

¿La querías?
Yo la amaba más que a mi vida... pero nunca se lo dije. Al final, la sumí en un mar de llanto y tristeza que nunca podré perdonarme.

Dicen que salió de su casa al rededor de las 7:17am, directo a su trabajo, al otro lado de la ciudad, temprano para no tener que lidiar con el tráfico, en su pequeño automóvil rojo... Yo dormía a esa hora todavía, no tenía que ir al trabajo sino hasta las 9am, aún podía dormir una hora más... Estaba cansado, venía llegando de un viaje largo y extenuante... con ella, con esa otra chica que me hacía sentir bien y con quien mi familia se sentía tan a gusto. A ella le regalé los primeros instantes, los primeros momentos de un nuevo año que comenzaba: 2013. La preferí a ella por muchas razones, era simpática, agradable, de esas personas que agradan a todo el mundo, con quien todos se divierten y se sienten en confianza, era divertida, no como, no era como nadH.
A pesar de que ví un  cambio en ella, a pesar de lo mucho que me juró que había cambiado, de tantas veces que me pidió mi confianza, me pidió una oportunidad... no quise darsela. Tenía miedo, no quería sentirme atado a ella, no quería que consumiera por completo mi vida, mi tiempo, mi espacio. No quería tenerla pegada tras de mí todo el tiempo, con sus requerimientos excesivos de amor, con sus lloriqueos, con su enfermiza tristeza. Quería sentirme libre, sin tener que rendirle cuentas a nadie, sin dar explicaciones de a dónde voy, con quien voy y por qué voy!! 
Yo la quería.. la amaba, pero no estaba listo para dedicar mi vida a ella. Quería ser egoísta, aún era joven, aún podía vivir muchas cosas, podía vivir sin ella, podía tener una vida mejor sin ella. No importaba cuánto la quisiera, en esos momentos, me sentía más cómodo sin ella, en compañía de aquella chica.
Sé que hice mal, y sé que le hice mucho daño a nadH... se me partía el alma cuando me llamaba llorando, cuando la veía tan triste, cuando me decía que yo era su vida, que era todo para ella. La ignoré. Hice mis oidos sordos a sus ruegos, a su tristeza. Hice mi corazón de piedra ante lo que ella me pedía. ¡Sólo me pedía que la amara! Y yo no quise hacerlo, no quise darle ese privilegio, porque la veía como una niña mimada, una egoísta malcriada que todo lo que quería, lo obtenía. No quise demostrarle cuánto la quería, porque no quería que su ego creciera, no quería que ella se sintiera dueña de mi.
A veces quisiera volver el tiempo atrás y abrazarla cuando lloraba, besarla cuando la tenía frente a mi, amarla con todo mi ser, con todo lo que yo era, quisiera haber podido hacerla feliz, haber salido una vez más con ella por un té chai, por su helado de menta que tanto le gustaba, me hubiera gustado reirme de ella una vez más porque a todos lados pedía lo mismo, verla con sus blusas de colores psicodélicos, dejarla fumar en mi auto, manejar con ella a mi lado. Daría lo que fuera por aquellas vacaciones en la playa a las que jamás fuimos, por salir con ella en bici, a caminar un rato por el centro, beber cerveza barata y platicar de la vida, del espacio, de dios, de mi padre.... lo que fuera por una fogata a su lado, con un buen tequila, con nuestros amigos diciendo estupideces... por pelear, por discutir con ella...
Pero jamás podré hacerlo, porque nadH se murió.
Ese día salió temprano de casa, para no lidiar con el tráfico... tal vez demasiado temprano. El chofer de un tráiler se quedó dormido y se salió del camino... justo cuando ella pasaba a su lado. No hubo nada qué hacer para esquivarlo, la caja del tráiler cayó sobre su auto y ella quedó atrapada. Me llamó unas 3 veces, tal vez para despedirse, tal vez para pedirme ayuda, pero no contesté porque dejé el teléfono en silencio, justamente para no escuchar sus llamadas de reproches, sus llamadas tristes e iracundas para reclamar que me había ido con otra...
Cuando los paramédicos llegaron por ella, ya estaba muerta.
Cuando llegué al servicio... ya no me dejaron verla. Su cuerpo estaba tan maltrecho que nadie quiso dejarme entrar. Se fue y no pude despedirme de ella. No pude pedirle disculpas, no pude decirle lo que en verdad sentía por ella... Aunque espero que ahora lo sepa.
Un día antes, me envió una frase que decía "prefiero morir de pie, que vivir toda una eternidad hincado"... Creo que ella murió sabiendo que hasta el último momento, nunca dejó de quererme, y nunca pudo dejar de demostrarlo. Murió amándome, aunque yo no lo demostrara y aunque fuera frío con ella, nunca dejó de quererme.
Quiero vivir y demostrar con mi vida, lo que no pude demostrarle a ella.
Te extraño.

nadH.

30 julio 2011

Cenizas

No fue una decisión apresurada, no fue una idea que surgiera de la nada.

LLevaba meses con el alma en un hilo, quizá años... con mi dolor empeorando cada día más, hasta los últimos días. Con el desinterés latente.
El dejar de frecuentar a los amigos no fue por simple apatía, era algo mucho más complejo que nadie se atrevió a comprender.

Uno a uno, los fui perdiendo todos, dejé de salir a las reuniones, dejé de salir a ejercitarme.. Dejé de salir incluso de mi habitación, al menos sólo para ir al trabajo, para no levantar sospechas, para hacer creer a todos que me encontraba perfectamente y no ocurría nada en mi interior.
Hacerles creer a todos, que el dolor de su partida, de su permanente ausencia no me lastimaba en lo absoluto, que no le extrañaba, que ya nisiquiera pensaba en él.
Todos pensaban que lo había aceptado, que él se había ido para siempre, aún cuando prometió que me querría por siempre, creyeron que yo había superado su pérdida. Saberle vivo, habiéndome dejando sola aún cuando le supliqué de rodillas que no lo hiciera... cuando le rogué por su amor y cariño, aún cuando me rebajé como un animal ante él, habiéndome puesto a sus pies, perdiendo toda mi dignidad...
¿Pensaron que no me había afectado todo aquello? Por favor... mis sentimientos quedaron reducidos a escombros y cenizas, mi corazón quedó destrozado, incapaz de amar, incapaz de volver a sentir algo más que dolor.

Hacía meses enteros que lloraba a solas en mi habitación, en el baño del trabajo, en el auto, en la calle....
Hacía meses enteros que no podía dormir, su recuerdo se infiltró incluso en mis sueños, la tristeza de todos los días, de la cual sólo podía escapar mientras dormía, también se coló en mis sueños... Era doloroso permanecer despierta, pero era aún igual de doloroso intentar dormir y ver su rostro junto a mi. Se volvió una lucha constante contra su recuerdo, una lucha contante contra mí misma...

No fue una decisión de un arranque de ira, de una depresión incontenida de una noche.
No.

Mi vida ya no tenía sentido, nunca pude perdonarme por haber perdido su cariño.
Como le dije alguna vez "cualquier triunfo material no podrá llenar nunca el vacío en mi corazón de haber perdido tu amor por un error mío, podré triunfar en el trabajo, llenarme de logros terrenales, pero jamás me perdonaré no haber podido conservar el verdadero amor a mi lado".. Vivía con ese sentimiento de culpa, ese odio contra mí misma, ese sentimiento de fracaso.
Nadie supo ayudarme, o tal vez no acepté ayuda de nadie. Me ensimismé tanto dentro de mi fracaso, dentro de mi tristeza, que no pude ver el exterior, no pude ver mas allá de mi dolor.

Y lo pensé por semanas, lo medité por días y noches enteras..

Hasta que decidí que no podría seguir soportando ese dolor, no podría soportar más la ausencia, el miedo, el coraje, el vacío...
No quería continuar mi vida sin él a mi lado, porque la vida sin él no era más que un camino sin sentido. No había color, la alegría se había esfumado por completo, todos los días era un calvario, un martirio, una agonía interminable.
Lo hice y pido perdón por ello, aunque sé que de nada sirve. Detrás de todo ello, dejé una estela de tristeza y desesperación, de interrogantes sin respuesta, de culpabilidad y reproches...

No fue culpa de nadie, sólo mia. Yo fui egoísta, yo fui la que no quiso ayuda de nadie. Yo fui la que se encerró en su amargura y odio, en la tristeza y desesperación.
Pero lo amaba, con mi alma, mi corazón y todo mi ser, lo amaba y no podía soportar su rechazo...

La noche antes de que encontraran mi cuerpo, le envié un mensaje que decía:
"Podría morir mañana mismo para demostrarte lo mucho que te amé de verdad, pero sé que ni así importaría"... No hizo nada para evitarlo, ni una llamada, ni un mensaje en respuesta. Lo ignoró como me había ignorado por tantos años...

Y lo hice.
Respiré profundo, llené mi cabeza de recuerdos felices, sentí mi corazón en las sienes y cómo las venas se llenaban de adrenalina. LLené mi corazón con su rostro, con su tacto, su recuerdo.. y salté.

Ahora sé que le importaba, le importaba mucho.
Pero ya no puede demostrarlo.
Estoy aquí, sin alma, con mi cuerpo hecho cenizas, encerrada en este nicho, escuchando sin poder hacer nada, cómo ahora él llora por mi.

nadH.

24 enero 2008

Ladrón de Sonrisas

¿De qué sirve sonreir? No existen motivos para hacerlo.. una vez más..

Alguien se ha robado mi sonrisa.. esa sensación efímera de bienestar se ha ido.
Sí, como una fina línea de tiza, pintada sobre una pared... basta un poco de fricción para eliminarla.
Como un torbellino de viento arraza con el polvo de una tristeza acumulada, simplemente algo pasó que mi sonrisa se desvaneció, fue borrada de mi rostro.

No.. no fue borrada de una manera sencilla, las cosas no funcionan así.
Mi sonrisa fue robada, de una manera repentina y cruel, la arrancaron de mi rostro, con todo el dolor que ello implica.

Como mercancía nueva, reluciente y resplandeciente por haber salido del oscuro cajón donde la tenía olvidada, mi sonrisa brilló unos días, digna de ser mostrada, gracias a una calidez que había surgido, encontró una razón para brillar una vez más.

Sonrisa tonta, ingenua.. una sonrisa creada por una mentira que a mis ojos lucía verdadera. Una sonrisa
sincera en mis labios, que brillaba cada día más gracias a una felicidad frágil y tímida.. una felicidad inocente y pura.

El ladrón acechaba muy de cerca, su miedo aumentaba al ver mi sonrisa crecer. Nunca me lo hubiera imaginado, nunca lo hubiera pensado... saber que había un ladrón en las proximidades, solamente buscando llevarse esa sonrisa.

¿Por qué? ¿Para qué? ¿Qué tiene de malo una sonrisa? ¿Qué toxico, qué dolor puede acarrearse con una sonrisa verdadera.. una sonrisa llena de felicidad genuina? Eso aumentaba el valor monetario.. aumentaría el ego de quien pudiera robársela.

Quien más sino el mismo creador de la sonrisa, sintió el poder de llevarse lo que había creado, el libre derecho de tomar algo que realmente no era suyo, pero para lo cual había contribuído.

Maldito Ladrón, no sólo se llevó una sonrisa, sino mi felicidad en ella. Se robó todo lo que tenía, todo lo que tanto trabajó costó dejar atrás para poder esbozar libremente una, para crear una sonrisa genuina. Se robó todo.

Pobre ingenua, al creer que aún se podía confiar en la gente.

Ahora, para poder salir a la calle e intentar olvidar tal robo ante el evidente velo de tristeza que cubre mis ojos, llevo una falsa sonrisa pegada a mi rostro.. parece real, pero verdaderamente no expresa nada, porque simplemente es una máscara, vacía.. como hasta hace tiempo había sido.

nadH.


*Creo que estoy demasiado triste como para continuar escribiendo, es tanto que no me salen las ideas.. no puedo plasmarlas.. Me siento tan estúpida.

18 enero 2008

Qué hago mal?

Tengo miedo de escribir.. Un miedo que nunca antes había experimentado.
Lo que diga aquí puede interpretarse de mil maneras y causar estragos.. unas simples palabras pueden cambiar la percepción de la vida de muchas personas.. Por eso tengo miedo.

Siento mis manos encadenadas, pesadas.. para variar, me siento triste.

Esa facultad de escribir los pensamientos más bizarros se va desvaneciendo.. todo por el temor.. ¿temor a que?
Nada ni nadie controla mi vida, nadie controla mis pensamientos.. sólo yo soy testigo de lo que realmente ocurre conmigo, soy el único velador de mis recuerdos, el código real para descrifrar lo que realmente significan todos los relatos.. Sólo mi mente y yo.

Qué hago mal? Por qué la depresión? Por qué las lágrimas?
No lo entiendo.. todo estaba tan bien.. y Una vez más.. se derrumba.
Qué hice mal?

26 diciembre 2007

Paciencia

La paciencia es un estado efímero de mi conciente realidad, un cristal frágil y transparente, que en cuestión de NADA puede transformarse en finas partituras de mortíferos trozos punzocortantes que en tan sólo unos segundos pueden liberar la tensión guardada durante una larga espera y desatar un caos desbordante que inundará todos los sentidos, que manchará de sangre todo cuanto encuentre a su paso, que llenará de dolor agudo todo el espacio.. y que dejará un maldito mal sabor de boca.. sabor a sangre, sabor a amargura.

No, definitivamente no tengo paciencia.

nadH.

26 agosto 2007

Agosto 27

Deseo salir corriendo de ésta prisión de rosas, intento escabullirme entre los tallos espinosos de éstas pasionales flores. Intento escapar de un jardín mortífero, antes de que se activen las alarmas.
Intento en vano pasar a través de los largos tallos de ésta simple cárcel, pero el cielo me ha visto, y ha rociado las flores con un líquido somnífero; no desea matarme, sólo retenerme.

Cada noche es igual, sólo deseo ver qué maravillas hay fuera de éste jardín, pero siempre es tarde: el cielo ha comenzado a llorar sobre mi.

nadH.

23 agosto 2007

Satén Negro

Los rayos del sol se ocultan lentamente.. es el último día en que la luz caerá sobre mi cuerpo.. a partir de hoy, todo será penumbra, todo será luz de luna y cobijo de la noche.. postergada en la soledad e intimidad de mi habitación, donde nadie puede molestarme, donde puedo aislarme por días enteros sin que nadie note mi ausencia.. donde tengo la tranquilidad y "felicidad" que tanto anhelo... que tanto he querido de ti.

Observo cómo los rayos lentamente se van atenuando.. hasta que da lugar a la majestuosa noche.. el bello cielo oscuro que no me molesta con sus destellos luminosos de aquél astro que irradia poder y felicidad sobre todos los seres, que irradia vida.. la vida que a mí se me ha ido terminando, de la cual no deseo saber nada ya.. no deseo tener contacto con aquél mundo diurno al cual ya no pertenezco... ya no quiero pertenecer a él.

Camino airosa hasta mi desierta habitación donde nadie me espera, donde sólo los muebles y las sombras serán mis compañeros y testigos de mi demencia. La penumbra es total, no hay luces artificiales, ni veladoras que alumbren mi camino, mi estancia en este bello lugar.. nada alumbra mejor que la hermosa luz blanca que me da la luna ¿para qué luz? si ya no hay nada que observar.. ese hermoso rostro se esfumó como estrella fugaz... esos bellos ojos dejaron de alegrar mi vida y alumbrar mi alma.. ya no hay nada más que iluminar... no deseo avivar el dolor nuevamente, no deseo penar mi alma otra vez con tu bello recuerdo... ese sentimiento, ya casi impropio a mí.. ese “amor” que te tengo pero que no se puede consumar... no lo soporto, no soporto tu ausencia.. es mejor que esté aquí con mi demencia en la oscuridad, que hacer mas daño a todos los que me rodean... Sí, la locura me asedia.. si, podría caer en ella..

Estoy aquí.. sólo recordándote, sólo pensando en nuestro bello amor... el amor que aún te tengo y que juras tenerme... pero esta forma de abandono me está matando y no comprendiste nunca que lo único que necesité era un poco de tu tiempo.. un poquito nada más.. un día contigo a mi lado, jamás me diste ese espacio que te pedí... ese momento bello contigo, siempre se postergó para después y después y después.. y el después nunca llegó.. porque emprendiste ese viaje... ese viaje que tantas lágrimas me ocasionó y siempre te observé con ese rostro inmutable que siempre me ha hecho creer que de nada servía mi tristeza.. por eso he decidido estar aquí, donde a nadie le importe, donde a nadie le moleste.. puedo tener este espacio para mi, para llorar como siempre lo he hecho, para torturarme y matarme en llanto toda la noche y dormir cuando el horrendo astro diurno haga su aparición en el firmamento... Por ahora, sólo observo la luna y hago estas conjeturas, tengo estos pensamientos antes de que el sueño logre aprehenderme, simplemente pienso qué es lo que puede pasar con ésta oscuridad y los inicios de mi demencia...

El sueño logra vencerme.. y me recuesto en mi lecho perfectamente dispuesto a mi gusto y sentimiento... con estas bellas sábanas de satén negro que siempre quise, me recuesto plácida y acogedoramente dispuesta a errar unos instantes por los rincones más profundos de mi subconsciente.. explorar los pensamientos más sombríos de mi enmarañada mente.. tratar de anudar mas hilos en esa madeja de pensamientos... hasta que poco a poco voy entrando a ese estado donde no se sabe si se está dormido o despierto, pero la imaginación vuela... comencé a verme yo misma.. una imagen mía completamente real.. como si hubiera salido de mi cuerpo y estuviera en el techo de mi habitación observando mi cuerpo dormido en esa bella colcha de satén negro, con ese extravagante vestido de luto.. alusión a aquella catrina que alguna vez vi, un atuendo bastante extraño para una persona común del siglo XXI.. pero así es mi gusto y así decidí vestirme para ese momento memorable de privación de luz... divago en estos pensamientos un momento mientras extrañamente me observo... ah sí.. el abandono al cual fui sometida.. ahora recuerdo, decidí dormir porque no podría morir.. no me siento lo suficientemente fuerte para cometer un suicidio.. ahora estoy dormida ya.. desearía dormir siempre... a falta de esa otra opción, no me queda más que dormir pretendiendo que he muerto.. qué blasfemia tal!! Jajaja.. por ahora los pensamientos se aglomeran en mi mente cual remolinos llenos de colores.. no puedo organizar las ideas...

Si.. sólo tengo ese pensamiento en la mente.. siempre estuve sola implorando un poco de tu atención, un poco de tu tiempo.. siempre quise verte llorar como yo lo hago cuando te vas.. quise siempre que experimentaras sólo una vez lo que es posponer miles de acontecimientos.. siempre quise saber qué sentirías esperarme y que nunca llegara.. que en tus ratos de ocio quisieras llamarme pero que tuvieras la seguridad de que no atendería tu llamado... yo siempre te di eso.. siempre estuve a tu disposición y tú para mi, sólo cuando tu tiempo te lo permitía.. tenía que tener previa cita para verte ¡¡y vivíamos en la misma casa!! Esa casona.. regalo de tu parte para crecer mi felicidad.. para atenuar tus ausencias y hacerme sentir alegre al tener muchos y costosos bienes materiales.. tantos regalos.. entre ellos este adorable vestido medieval de luto que llevo puesto... siempre supiste mi afición por la muerte y lo oscuro.. siempre me complaciste en todo lo que quise al respecto... los ventanales, las pesadas cortinas violetas.. la tapicería lúgubre.. esa colcha de satén negro que tanto anhelé.. .. todo ahora es el perfecto escenario para lo que tengo en mente.. tu ausencia.. tus constantes viajes... la paranoia que ahora me consume y que ha logrado que el abismo se abra todavía mas.. no quise médicos, no quise los malditos psicólogos.. neurólogos.. cariño... ¡¡jamás he estado loca!! Lo único que te pedí fue un tiempo conmigo.. para que me conocieras nuevamente... lo cual me fue negado.

Hoy, a 3 meses de tu ausencia y sabiendo que mañana vuelves... haré algo que debí hacer hace mucho tiempo.. algo que te abrirá los ojos aunque tenga que sacrificar lo más preciado que alguna vez tuve.. la vida.

Un ensordecedor trueno hace que despierte de ese letargo... afuera llueve a cántaros.. los relámpagos iluminan toda la habitación.. hace frío... el viento silba por los marcos de las ventanas... instintivamente y como si algo me atrajera me dirijo hacia ese tocador frente a mi cama.. este tocador.. que tantas veces nos vio derramar pasión en esa cama... que fue testigo mudo de nuestros arranques de lujuria en sus maderas... que nos resistió tantas veces los dos gimiendo de placer encima de él.. ahora éste tocador será testigo de la atrocidad que estoy dispuesta a cometer.. obedeciendo instintivamente a ese extraño sueño y convenciéndome de todo lo que podré lograr si lo hago... saco de ese cajón el opio de tu abandono.. el opio de la tristeza que me ocasionaban tus largos viajes, tu ausencia.. opio del amor que poco a poco se fue desvaneciendo.... ahí estaba, para mi, deliciosamente mortal.. tan sólo esperando que me lo bebiera para sentir su veneno recorrer cada arteria de mi cuerpo.. para concluir esta vida de tristezas y sentimientos de culpa y abandono que siempre tuve.. aquí está.. ahora en mi mano... doy una última ojeada a esta que fue nuestra habitación por tantos años, a este lugar que encerró tantas alegrías y tantas desilusiones.. observo por última vez todo.. la decoración tan lúgubre que siempre adoré y que accediste a tener sólo por hacerme feliz... todo lo tendré en mente cuando el final llegue... ¡a tu salud!.. Bebo hasta la última gota de ese amargo opio... me da un tiempo de recostarme en mi cama... llegar y perder el aliento.. saborear el último atisbo de vida que me queda... recordar tu rostro y tus bellos ojos mientras se ennegrece mi entorno, mientras voy perdiendo la vista lentamente.. mientras los bellos recuerdos cuando estuvimos juntos abruman mi mente.. el amor que siempre te tendré y que alguna vez juraste tenerme.. logro pronunciar.. adiós amado mío.. y dejar de escuchar la estruendosa lluvia y dejar de observar el techo de mi cuarto.. adiós.

A la mañana siguiente.. llegas de tu afanado viaje, con deseos locos de verme... deseoso de pasar el tiempo que te queda conmigo antes de partir nuevamente, deseoso de verme y amarme como siempre dijiste que hacías, deseoso de verme y escuchar mi risa y mi voz.. de ver lo más preciado de tu vida, ver lo que más amaste y que siempre te dolió dejar.. lo que siempre anhelaste y conseguiste... la cosa mas dulce que jamás quisiste amargar, que jamás dejaste que te viera llorar al conocer sus tristezas, que siempre pusiste un rostro inalterable cuando hablabas con ella... a la que hiciste creer que ya no amabas.. a la que hiciste sentir un abandono tal que fue capaz de cometer la peor atrocidad que jamás imaginaste pero que siempre te advirtió.. a la mujer que ahora ves dormida en esa cama de satén negro.. corre.. ve y despierta a tu bello amor, a esa mujer a la que le diste todo lo que pudiste, menos tu tiempo... a la que llenaste de bienes materiales pero no llenaste su corazón con tu presencia.. a la que le diste una casa ostentosa para agrandar aún más su soledad.. corre, ve y date cuenta de que ella no está respirando... sí, date cuenta de la atrocidad que cometió.. Tú la vez tan linda recostada ahí como dormida, pero la realidad es otra... date cuenta... siente ese escalofrío en la nuca, siente ese dolor en el pecho.. siente ese sudor en las manos y ese nudo en la garganta.. siente ese sobresalto.. siente el miedo... siente el dolor de su ausencia.. ahora podrás comprender lo que ella sintió.. podrás saber lo que es llegar a casa y sentirla vacía, lo que es telefonear y que nadie atienda.. querer abrazar a alguien y que no haya nadie.. querer sentir el calor de esa persona amada y sentir el frío del lado izquierdo vacío de la cama.. sí.. jamás lo supiste.. ahora lo sabrás.. dolorosamente y cruelmente, pero podrás darte cuenta... Mírala ahora.. en ese lecho, pálida ahora por la ausencia de presión sanguínea, con ese bello vestido que te imploró conseguir.. el vestido de luto.. de SU luto.. ahora lloras, sí.. lloras como ella lo hizo tantas veces por ti.. ¿la historia ha logrado la equidad? Realmente No, porque yo me di cuenta.. de que realmente me amabas.. y por eso, habías decidido no viajar más y pasar el tiempo a mi lado. Demasiado tarde me he dado cuenta de mi horrendo error.


nadH.

Alas de Angel

Poco a poco su imagen se desvanecía de mi mente.. poco a poco su aroma y el recuerdo ameno que tenía de él fue perdiendo todo... se fue olvidando... contra mi voluntad lo fui olvidando... era inevitable..

Aquella noche llegó ese maravilloso ser, con sus bellas y frondosas alas, con su cálido y tierno rostro angelical... tan puro, tan hermoso, su sola mirada me inspiró confianza y una seguridad que jamás antes había experimentado.. su presencia trajo a mí la alegría que tanto anhelaba, ese ángel había aparecido ante mí, para consolarme.. para escucharme, para tener un motivo de vida.. Cada noche entraba a mi habitación rodeado de tanta luz, me daba su mano y me abrazaba con fuerza, platicaba conmigo de tantas cosas y escuchaba mis problemas.. enjugaba mis lágrimas, podía acallar mi llanto con sólo una sonrisa, me hacía sentir importante... El, con toda su majestuosidad y su condición de ángel, daba una pausa a sus ocupaciones para ir y escucharme, podía parar el infinito entero para sólo ir y escuchar una palabra, recibir un abrazo... Yo lo deseaba, quería a ese ángel .... quería que se quedara conmigo y me acompañara en el largo y pesado camino de la vida... era muy reconfortante sólo ver su rostro y esa tierna sonrisa...

Pero un día, mi ángel no apareció... estuve esperándolo tanto tiempo frente a mi ventana.. esperando ver sus magníficas alas, esperando que me iluminara con su luz.. pero fue en vano.. mi ángel no apareció.

Comenzó a pasar el tiempo.. mucho tiempo, cuando recibí una visita de él... su luz se había apagado y no podía ver su rostro.. ni siquiera ver sus ojos... él no hablaba ni emitía sonido alguno, tan sólo estaba ahí, transmitiéndome esa tristeza, llevándose consigo mi alma y mi sueño.. Cuando él se marchaba, yo no podía dormir, sólo me dejaba un enorme dolor y un terrible insomnio.. imposible dejar de pensarle.. ¿que le habría pasado? ¿por qué se habría vuelto así?.. Cuando empezaba a salir la luna e iluminar con su luz, tenía oportunidad de ver su rostro.. pero él me lo impedía, se marchaba.. Cuando por fin podría recordarlo, volverme a inspirar confianza... él sin más se marchaba... me dejaba en ese horrible mar de llanto... intentando recordar su rostro sin resultado alguno... ya lo había olvidado.. casi por completo.. me había quitado la seguridad y la alegría con la que viví cuando el me visitaba... se llevó consigo mis deseos por la vida, se llevó todo de mí.. y me dejó esta tristeza que él no comprende... que él no puede ver.. Mi ángel.. todavía vuelve algunas noches, pero su rostro poco a poco se va desvaneciendo de mi memoria.. tal vez algún día pueda mostrarse como lo fue en ese tiempo... con esa luz tan bella que alguna vez tuvo.. con esa alegría que alguna vez me transmitió.

nadH