23 agosto 2007

Mariposa Nocturna

Yo quería ser diferente, lo imploré cientos de veces, lo grité al viento un millar de ocasiones.. hasta que fui escuchada..


No olvidaré aquél día en que vi todo como era antes, en que vi al mundo con ojos de simple mortal, en que el mundo me vió a mi como un simple habitante más de la adversidad, el último respiro que di como ser humano..

... Estuve de pie frente al vacío, sin temor a la inmensa profundidad que estaba a un paso de mi, no tenía miedo ya, estaba decidida a cambiarlo todo, a dejarlo todo.. mi vida me volvía loca, la existencia sombría y deprimente de mi vida habían terminado ya con mis sentimientos.. tantas decepciones, tantos duelos, tantas lágrimas derramé que ya estaba cansada de lo mismo.

Me lancé al vacío...

... Y mi cuerpo experimentó la transformación más grande que los ojos humanos hayan visto, la transformación más sorprendente que ningún ojo mortal haya contemplado jamás.

No caí lentamente por el barranco al cual me tiré, en el trayecto mi cuerpo se fue fragmentando en 107 mariposas nocturnas, todas de bellísimos colores grisáceos, ninguna igual a la otra, las cuales volaron libres por el cielo nocturno, hasta llegar nuevamente a mis aposentos.

En la intimidad de mi habitación, las mariposas se aglomeraron entre ellas para generar mi forma habitual, la forma de una humana, pero ya no compartía las características de un humano.
Me sentí diferente, y logré ver un reflejo de mí misma en el espejo, un reflejo débil y traslúcido, pude contemplar mis ojos, que dejaron su color marrón para pasar a un color gris, enmarcados por unas sorprendentes pestañas negras, largas y abundantes; pude contemplar mi piel, que ya no estaba tostada por el sol, ni siquiera rosada: había tomado un tono pálido espectral que no dejó de fascinarme, no tenía ni una mancha solar en su haber. Lo más extraño fueron los colmillos prominentes que se habían alargado en forma vampirezca...

Tras examinar cada centímetro de mí, me recosté en la cama, dispuesta a dormir, pero no pude conseguirlo, mis ojos no tenían sueño y mi cuerpo no sentía fatiga.. fue entonces cuando sucedió: la Luna en Menguante se apoderó de mis ojos, de mi cuerpo deshaciéndolo en las mariposas negras que salieron traspasando la ventana, esa sed de sangre, esa necesidad del calor sanguíneo deslizándose por mi garganta era indescriptible, insoportable, tenía que aplacarla...

A la mañana siguiente desperté desnuda en mi cama, con sangre seca en la comisura de mis labios. Extrañamente la luz del sol no me afectaba, podía salir libremente a plena luz del día y eso no me causaba problema, la razón todavía no la sé.

Lentes oscuros cubrían la delicada pupila sensible a la luz matutina. Me dirigí a la escuela sospechando que el día sería intenso, muy diferente. No era de esperar que todos me vieran con rareza, el drástico cambio en mi físico no era algo fácil de digerir, decidí no hablar de ello, ni siquiera mencionar el largo de mis colmillos, esperando que la comunidad escéptica universitaria no hiciera conjeturas atinadas.

Mi físico pudo ayudar para atraer personitas incautas, que se dejaron llevar por mi sensual apariencia vampirezca, por la elegancia de mi vestir, por el gris de mis ojos, por la palidez de mi piel; se dejaron seducir por mi voz hechizante y por mi presencia hipnótica.. Mi condición vampirezca no evitó que tuviera resbalones nocturnos con ellos, jugarretas inocentes con los ingenuos hombres que se sentían atraídos por mí... Ellos me alimentaban, podía besar sus cuellos para morderlos exquisitamente, extrayendo gotas de sangre de su cuerpo y dejándolos semi inconscientes sin saber con exactitud lo que pasó.. nunca me delataron, tal vez por el temor que les inspiraba verme.

A un hombre yo amé, uno que podía hacerme perder la razón con tan sólo mirarme, un hombre que podía estremecer mi piel con tan sólo rozarla... que podía hacerme recordar cómo era antes de que me convirtiera en lo que soy ahora.
Una noche, esa noche será inolvidable. Platicando de cosas sin importancia, de todo un poco, charlando despreocupadamente surgió lo inexplicable: sus labios se juntaron con los míos en un beso que me sumergió hasta las profundidades del océano, él me deseaba y yo lo deseaba a él, él comenzó a amarme, me despojó lentamente de mis vestiduras y comenzó a recorrer cada parte de mí, sus caricias provocaban sensaciones nunca antes sentidas en mí y la locura comenzaba a aflorar muy dentro de mí.. mientras más me besaba, mientras más me tocaba más aumentaba mi locura, que poco a poco se convirtió en un frenesí despiadado que yo ya no podía controlar.. las cosas se salieron de su cauce, y yo comencé a besarlo por todo el cuerpo, mis labios al pasar por su cuello sintieron esa sed otra vez, pero ésta vez yo ya no pude hacer nada para evitar mi instinto.. y le mordí sanguinariamente. No podré olvidar jamás sus gritos desesperados, implorándome misericordia, implorando que no lo matara... diciéndome que me amaba y que no lo lastimara.. pero no pude contenerme, succioné hasta la última gota de su sangre y lo dejé tendido, muerto en su cama.
Mariposas negras otra vez, me trasladaron a mi habitación y me quedé ahí, inconsciente hasta la mañana siguiente, que recibí la noticia de la muerte de mi amado.. aquél 3 de Julio la luna menguó, caí en cuenta de que fue por obra mía.
Quise terminar conmigo de una vez por todas, sé que soy un monstruo y terminé con la persona que más amaba en el mundo, Yo Lo Maté!!, es una carga tan terrible que me sigue atormentando todos los días de mi interminable vida... Quise intoxicar mi cuerpo con innumerables píldoras, pero no hubo efecto alguno. Tomé el cuchillo y lo deslicé por mi cuello, pero ni una gota de sangre se derramó de mis venas.. estoy atrapada en mi cuerpo, atrapada en un cuerpo inmortal con una carga muy difícil de soportar.
No duerno en la noche, estoy condenada a no descansar, cuando me quedo inconsciente, no descanso, soy atormentada por miles de cuerpos deshechos que quieren destruirme, pero nunca lo logran. Mi reflejo se fue debilitando con el pasar del tiempo, ya no puedo verme en ningún espejo.
Sólo me queda vagar con mi soledad, cada noche desde lo más alto de un edificio salen 107 mariposas nocturnas, que observan cada movimiento de personas distintas, hoy podría estar en el patio de alguno de ustedes, con mis alas oscuras como la noche y mi prescencia atemorizante para los niños..
Vagando sola con mi pesar, con un recuerdo en mi memoria, un recuerdo que quisiera olvidar, pero estoy condenada a repetirlo cada Luna Menguante, dolorosamente, pero exquisitamente.


nadH.

27 de Octubre del año 2381